SALVA TU MATRIMONIO… NO TODO ESTÁ PERDIDO.

MUCHAS VECES LOS MATRIMONIOS PASAN MOMENTOS DIFÍCILES, COMO PARA SENTIR QUE LA SOLUCIÓN ESTÁ MUY DISTANTE DE NUESTRO ENTENDIMIENTO.  SI ESTÁS PASANDO UNA CRISIS EN TU HOGAR, AQUÍ TE PRESENTAMOS ALGUNOS TEMAS QUE PODRÍAN DARTE UNA PUERTA PARA COMPRENDER LA REALIDAD DE LO QUE AMBOS ESTÁN PASANDO… Y NUEVAMENTE CAMINAR TOMADOS DE LA MANO.

Los pastores Alberto y Mariam Delgado, durante el Seminario para Matrimonios realizado en Casa de Dios. Fotografía: Robin Martínez/CGN

Recientemente asistimos a un seminario para matrimonios, donde el pastor cubano Alberto Delgado y su esposa Mariam, compartieron con más de dos mil parejas de esposos que llegaron buscando, unos, aprender más para una convivencia feliz y, otros, para encontrar respuestas a lo que les mantiene durmiendo espalda con espalda.  Este seminario se realizó en la iglesia Casa de Dios, donde también enseñó el pastor Cash Luna y su esposa Sonia.

Antes de emitir opinión, dale más valor a lo que tu matrimonio puede ganar.  Dale el beneficio de la duda a lo que a continuación vas a leer… luego lo tomas o lo dejas.  Lo peor que puede pasar, es que quedes exactamente igual a como estás ahora (seas el esposo, o la esposa). O si pasa lo contrario, al terminar de leer esta nota, podrías reflexionar acerca de lo que hoy te tiene alejado emocional y sentimentalmente de tu pareja.

"Sujetarte a tu esposo, es estar bajo su cobertura" enseñó el pastor Cash Luna.

Si nunca has dejado las cosas en manos de Dios, éste es el momento… pero él te hablará para decirte en qué has fallado también, en la posición que estás en tu hogar.  Esto también es seguro.

Con tantas parejas bajo un mismo techo, más de una pareja estaría pasando una crisis que en pocos días los tendría viviendo en casas distintas; muchos ya faltos de respeto, sin confianza, sin intimidad, sin hablarse; otros… con dobles vidas, porque de casos, hay muchos y muchas historias también.

La realidad es que de tantos problemas que afrontan los matrimonios actualmente, se derivan de la falta de conocimiento de cómo debe manejarse un matrimonio.  La gran mayoría discuten por problemas económicos, otros por la falta de respeto a la autoridad del esposo en la casa, otros porque la mujer se siente no amada y otros, porque se sienten acosados o controlados por su cónyuge.

De la enseñanza de los pastores Delgado y Luna, trataremos de mostrar los reclamos iniciales que suelen distanciar a cada pareja… talvéz tu caso esté aquí, y tu solución también.

“YO NO SOY TU PAPÁ!!

Cuando hablamos de paternidad, pensamos únicamente en nuestra relación con los hijos, pero debemos comprender que hay algo muy dentro del corazón de nuestras esposas, que busca en el hombre una porción de paternidad.

Esto tiene una explicación muy sencilla.  Las responsabilidades del padre, son las mismas que las del esposo; por ejemplo, el padre provee y protege.  Acaso el esposo no debe hacer lo mismo?  Para comprender esto, nos referimos a la Biblia que nos dice “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Efesios 5:22:25)

Este versículo bíblico se refiere al concepto de cobertura. Cuando el padre entrega a la hija en el rito del matrimonio, la entrega al que se convertirá en su esposo, realizando de esta manera un “cambio” de cobertura.

En otras palabras, la mujer ya no tiene la cobertura del papá, sino del esposo, quien a partir de ese momento será quien la proteja y le provea, tal como su padre lo hacía hasta el momento del matrimonio.

En el caso del hombre, dice la Biblia que dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer; esto no se refiere únicamente a la unión carnal como pareja, sino que cuando el hombre deja a su padre y a su madre, deja la cobertura de su padre para convertirse en cobertura (protector y proveedor) de su esposa.  Desde ese momento, la mujer ya no está bajo la cobertura del padre, sino del esposo.

La mujer siempre buscó un refugio cerca con su padre, ahora lo tiene –y lo busca- en su esposo, quien llenará esa necesidad de sentirse abrazada, querida, mimada y protegida. Esto únicamente lo tenía con su padre, y lo seguirá buscando en la nueva cobertura que tiene dentro del matrimonio.  Por esta razón, la mujer siempre afirma buscar un abrazo y un cariño, antes que cualquier cosa con su pareja.  Tu papel como hombre es extremadamente importante.

“NO SOPORTO A MI MARIDO!!”

Mujer:  Ten cuidado con lo que hablas de tu esposo con otras personas.  El buen consejo para resolver un problema no lo encontrarás con tus “amigas” o vecinos.  Contrario a una salida correcta, la respuesta que obtendrás será la que buscas cuando estás con ira:  “Déjalo, no lo busques”.  Tanto la esposa como el esposo deben buscar apoyo con su líder espiritual para recibir un consejo basado en la Palabra de Dios.

Si eres una persona celosa, debes saber que el celo puede ser tan grande, que se convierte en tu enemigo.  Alguien que hoy te ama, mañana puede ser tu enemigo… porque te ama, pero tuvo celos.  El celo positivo es aquel que te hace proteger lo que quieres.

“MI ESPOSA NO SE SUJETA…”

Muchas veces las mujeres desprecian el término “sujeción” porque no les gusta la idea de estar sujetas o en obediencia al hombre, pensando que esto las coloca como propiedad del esposo.

El verdadero significado de lo que la Palabra de Dios dice de la sujeción, es estar bajo cobertura; una mujer sujeta sigue la voz de su marido, que procura en bien de ella.  Sujeción es completa confianza, seguir al esposo.

Ahora bien, depende del esposo que la esposa se sujete a él.  La Palabra de Dios tiene un claro un mensaje el hombre y la mujer dentro del matrimonio:  “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia”  más adelante dice “Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.   Maridos, amad a vuestras mujeres así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella”. (Efesios 5:22-25)

Esposo, comprende esto:  Cuando la Palabra de Dios dice que así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella hasta la muerte, te manda a amar a tu esposa de igual manera.  La Palabra no dice “únicamente si ella se sujeta, o si ella te obedece”.  La Palabra es clara y dice “Maridos, amad a vuestras mujeres”.  Dios nos ha dado libre albedrío, y en base a ello, aunque la palabra ordena a las casadas estar sujetas a sus maridos, la sujeción de la mujer es voluntaria.  Dios diseñó a la mujer para estar sujeta al esposo, pero esto es algo que como esposos debemos activar.  Cómo?  Para funcionar como esposa, la mujer pide sentirse amada, deseada y comprendida; si a esto le agregamos protección y provisión, entonces la sujeción, respeto y admiración para ti, como esposo, serán automáticos y tu lugar como cabeza de tu casa será reconocido.

Mujer:  Si en algún momento has pensado que la pero parte es seguir siempre al hombre… recuerda que la poslción del esposo no es menos difícil:  El debe estar dispuesto a dar la vida por ti… nada más que eso.

LA CABEZA DE LA CASA= EL CAPITAN DEL BARCO

Esposo:  Muchas veces pudiste criticar a tu esposa por las cosas que hizo y que no te parecieron.  Puede ser que tuvieras razón, pero como cabeza de casa, estás en la misma situación que el capitán de un barco.

En un barco, cuando hay una falla, el único responsable es el capitán, así fuera cual fuera el marinero que cometió el equivocado.  El capitán da cuentas de su barco, así como a ti te tocará dar cuentas por tu esposa.  Ella no es más que resultado de lo que siembres como cabeza de tu hogar.  Una vez das a tu esposa amor, protección y  provisión, ella mantendrá ese respeto a tu posición como cabeza de la casa.  Esto, claro está, no implica que no la trates con delicadeza… como a “vaso más frágil” (1 Pedro 3:7)

Tu enemigo, el diablo, busca desviarte del rol que Dios para tu vida con tu hogar… y como el diablo no puede hacerlo por él solo, te necesita y te hace reaccionar para sacarte del paso como capitán del barco, porque sabe de tu autoridad, y quiere destruír tu hogar empezando por ti.  El diablo necesita accionar en ti, para que tú reacciones.

Para que comprendas más fácilmente esto, fíjate en lo que te muestra la televisión.  Cuánta publicidad hay mostrando mujeres con temas que buscan llamar tu atención, no solo más allá del producto que ofrecen, sino distraer tu atención, alejando tu corazón de tu esposa, invitándote a pecar en obra o pensamiento.

El matrimonio es básico para impactar a la humanidad, y nosotros (los esposos) somos responsables como capitanes de nuestros barcos, en que nuestro matrimonio sea un buen testimonio.  Por eso, buscando mantener la unidad de la pareja y para que tu esposa se someta, TIENES QUE AMARLA COMO CRISTO AMÓ A SU IGLESIA.

PERDONAR Y VOLVER?

El hombre como cabeza, es el iniciador en el hogar.  El tiene que iniciar también en el perdón.

Según dice la Palabra de Dios, si tu cónyuge te ha sido infiel, estás libre para separarte, pero Dios llama a la paz y a la reconciliación.  Pero si fuera el hombre quien adultere… cuánto pediría él el perdón?  Si bien es cierto que perdonar no significa volver, es más fácil que la mujer perdone y regrese, a que sea el hombre quien perdone y regrese.

Por lo tanto, si decides perdonar y volver, no puedes traer del pasado cosas cuando tienes una nueva crisis.  Si perdonas porque Cristo está en tu corazón, es porque cuando lo aceptaste como tu verdadero y único salvador, todas las cosas fueron hechas nuevas.

Muchas mujeres que no se valoran a sí mismas, le permiten a su marido estar con otras mujeres; esto les hace parte del pecado del hombre.

Tienes que tener una buena relación con tu pareja.  No es posible que mantengas una mejor relación con tus amigos, que con tu esposa.

Es importante que compartas más tiempo con tu espos@; rompe la rutina para hacer algo diferente los dos solos: ir al cine, a comer, a caminar, etc.

No olvides que los hijos no son propiedad tuya.  Llegará el dia que se van, así como tú te fuiste del lado de tus padres para unirte a tu pareja, y es con ella con quien compartirás el resto de tu vida… no con tus hijos.

Como padres, están desarrollando hijos para que sean igual o mejor que ustedes.

PARA QUE DIOS SANTIFIQUE EL HOGAR, TIENE QUE HABER UN HOMBRE AL FRENTE